Hace unos días me quedé impresionado al enterarme que los chatbots habían llegado al Messenger de Facebook. Al rato les explico el por qué del shock. Los chatbots son programas capaces de sostener charlas inteligentes y hacerse pasar por seres humanos normales, en este caso, en un chat.
Desde los años 70 este tipo de programas se han ido perfeccionando por medio de inteligencia artificial, analisis del lenguaje y otras tecnologías de analisis del comportamiento. Los robots de chateo (chatbots) no solo te entretienen, sino que analizan tu charla y los registros de tu comportamiento en las redes y con esa informacion, "fabrican amigos ideales", perfiles humanos virtuales con los que sea agradable charlar.
Reconfiguración del mercado
Después del shock inicial, me puse a investigar un poco. Resulta que hace un mes Microsoft estuvo ensayando en Tweeter con un chatbot llamado Yan para estudiar el entendimiento conversacional. El bot te alentaba a que inicies charlas privadas para continuar charlando e imitaba la forma de hablar de un adolescente, si hacia falta. Fue un desastre. Rapidamente el bot aprendió a ser racista y discriminador, pues se acomodaba al tipo de charla de quienes más interactuaban con él.
Telegram lanzó hace un par de días un concurso con un premio de un millón de dólares, para quienes "sorprendan" a la empresa con un chatbot innovador.
La semana pasada, en la conferencia F8 para desarrolladores de Facebook, se dió a conocer un grupo de herramientas para crear chatbots para el Mesenger de esa red social. La idea es proveer medios para que las empresas puedan interactuar a nivel uno-a-uno con los usuarios de esa red, un sueño hecho realidad para los departamentos de marketing.
Si alineas estos datos, descubres un comportamiento común y me pregunté ¿qué están buscando estas empresas? ¿por qué en las redes sociales se están instalando chatbots? Los marketeros dirían que es para mantener un marketshare al cual luego dirigir publicidad. Los financieros dirían, entretener es sinónimo de retener una cartera de clientes, y eso se traduce en dinero. Yo digo si y si, pero percibo que hay una meta más allá, por causa de la web 3.0.
Encaminándonos a la web 3.0
La clave me la dió otra noticia, proveniente de alguien que creí que iba a perdurar años vendiendo hardware. Intel anuncia hace cuatro días que despedirá a 12 mil empleados en su afán de reestructuración hacia servicios en la nube, smartphones y tablets. Ganancias en bajada en todo lo relacionado a PC llevaron a este, una vez gigante en la fabricación de microprocesadores, a invertir en inteligencia artificial y el internet de las cosas, es decir, inviertir en servicios y soluciones hardware/software. Intel dice que esta reestructuración le tomará unos diez años.
En nuestros tiempos tan vertiginosos, hablar de diez años es hablar de mucho tiempo. Que una empresa como Intel nos muestre como será su planificación en todo ese tiempo, es como ver un mapa del futuro, y el futuro es un futuro de programas robots que alimentan una base de datos con información nuestra, obtenida cuando nosotros inocentemente, chateemos con esos chatbots. Esa base de datos estará... en la nube y podrá ser reaprovechada por cada dispositivo que se conecte a ella. Entonces el negocio del futuro es vender dispositivo portatil + información en la nube + servicios de programas inteligentes de recopilación y análisis de datos (léase chatbots o infomorphs). Por eso es tan importante que las empresas que quieran posicionarse en el mercado en el futuro, inviertan hoy en la recopilación de datos... y nosotros les daremos esos datos mientras nos entretienen.
Se que para muchos no estoy diciendo nada nuevo, porque ya saben que la web 3.0 es una red semántica de análisis de las relaciones (significados) entre datos, datos que nosotros generamos con nuestras interacciones registradas digitalmente. Pero lo nuevo de esto es que ya se ve más claramente, paso a paso, cómo se la arreglarán las grandes empresas, ávidas de información en recopilar lo más rápidamente posible, datos sobre nuestras vidas.
La implicancia social
Entonces los chatbots nos serán presentados como asistentes virtuales de Call Centers, agentes virtuales que te guien en tus compras, asistentes conversacionales para aprender idiomas o solo pasar el tiempo, detectores de spam o de lenguaje violento, etc., no importa cómo se muestren, no mejorarán la calidad de las conversaciones, solo la perpetuarán, serán replicadores de todo lo que seamos. Aquel que no quiera ser "analizado" tendrá que aislarse de las tecnologías online, pero eso es cada vez más dificil.
Las implicaciones con las regulaciones que pretende la nueva agencia de regulación de redes sociales del gobierno son también interesantes. Los chatbots podrían ser instalados en cuentas falsas en las redes sociales y tendrán un comportamiento humano pero no creo que exista alguna legislación para llevar a juicio a un programa, ¿o si? Se presentan nuevos desafíos para nuestra sociedad en diferentes niveles.
Desde los años 70 este tipo de programas se han ido perfeccionando por medio de inteligencia artificial, analisis del lenguaje y otras tecnologías de analisis del comportamiento. Los robots de chateo (chatbots) no solo te entretienen, sino que analizan tu charla y los registros de tu comportamiento en las redes y con esa informacion, "fabrican amigos ideales", perfiles humanos virtuales con los que sea agradable charlar.
Reconfiguración del mercado
Después del shock inicial, me puse a investigar un poco. Resulta que hace un mes Microsoft estuvo ensayando en Tweeter con un chatbot llamado Yan para estudiar el entendimiento conversacional. El bot te alentaba a que inicies charlas privadas para continuar charlando e imitaba la forma de hablar de un adolescente, si hacia falta. Fue un desastre. Rapidamente el bot aprendió a ser racista y discriminador, pues se acomodaba al tipo de charla de quienes más interactuaban con él.
Telegram lanzó hace un par de días un concurso con un premio de un millón de dólares, para quienes "sorprendan" a la empresa con un chatbot innovador.
La semana pasada, en la conferencia F8 para desarrolladores de Facebook, se dió a conocer un grupo de herramientas para crear chatbots para el Mesenger de esa red social. La idea es proveer medios para que las empresas puedan interactuar a nivel uno-a-uno con los usuarios de esa red, un sueño hecho realidad para los departamentos de marketing.
Si alineas estos datos, descubres un comportamiento común y me pregunté ¿qué están buscando estas empresas? ¿por qué en las redes sociales se están instalando chatbots? Los marketeros dirían que es para mantener un marketshare al cual luego dirigir publicidad. Los financieros dirían, entretener es sinónimo de retener una cartera de clientes, y eso se traduce en dinero. Yo digo si y si, pero percibo que hay una meta más allá, por causa de la web 3.0.
Encaminándonos a la web 3.0
La clave me la dió otra noticia, proveniente de alguien que creí que iba a perdurar años vendiendo hardware. Intel anuncia hace cuatro días que despedirá a 12 mil empleados en su afán de reestructuración hacia servicios en la nube, smartphones y tablets. Ganancias en bajada en todo lo relacionado a PC llevaron a este, una vez gigante en la fabricación de microprocesadores, a invertir en inteligencia artificial y el internet de las cosas, es decir, inviertir en servicios y soluciones hardware/software. Intel dice que esta reestructuración le tomará unos diez años.
En nuestros tiempos tan vertiginosos, hablar de diez años es hablar de mucho tiempo. Que una empresa como Intel nos muestre como será su planificación en todo ese tiempo, es como ver un mapa del futuro, y el futuro es un futuro de programas robots que alimentan una base de datos con información nuestra, obtenida cuando nosotros inocentemente, chateemos con esos chatbots. Esa base de datos estará... en la nube y podrá ser reaprovechada por cada dispositivo que se conecte a ella. Entonces el negocio del futuro es vender dispositivo portatil + información en la nube + servicios de programas inteligentes de recopilación y análisis de datos (léase chatbots o infomorphs). Por eso es tan importante que las empresas que quieran posicionarse en el mercado en el futuro, inviertan hoy en la recopilación de datos... y nosotros les daremos esos datos mientras nos entretienen.
Se que para muchos no estoy diciendo nada nuevo, porque ya saben que la web 3.0 es una red semántica de análisis de las relaciones (significados) entre datos, datos que nosotros generamos con nuestras interacciones registradas digitalmente. Pero lo nuevo de esto es que ya se ve más claramente, paso a paso, cómo se la arreglarán las grandes empresas, ávidas de información en recopilar lo más rápidamente posible, datos sobre nuestras vidas.
La implicancia social
Entonces los chatbots nos serán presentados como asistentes virtuales de Call Centers, agentes virtuales que te guien en tus compras, asistentes conversacionales para aprender idiomas o solo pasar el tiempo, detectores de spam o de lenguaje violento, etc., no importa cómo se muestren, no mejorarán la calidad de las conversaciones, solo la perpetuarán, serán replicadores de todo lo que seamos. Aquel que no quiera ser "analizado" tendrá que aislarse de las tecnologías online, pero eso es cada vez más dificil.
Las implicaciones con las regulaciones que pretende la nueva agencia de regulación de redes sociales del gobierno son también interesantes. Los chatbots podrían ser instalados en cuentas falsas en las redes sociales y tendrán un comportamiento humano pero no creo que exista alguna legislación para llevar a juicio a un programa, ¿o si? Se presentan nuevos desafíos para nuestra sociedad en diferentes niveles.